Las fresas y su idilio con el paladar (y la salud)
Junio ha llegado y con él el buen tiempo. Tiempo de sentarse bajo el sol en una terraza, de mañanas a pie de playa, de tomarse un helado fresquito… Contrapunto: Todos queremos lucir sensacionales ahora que el verano está a la vuelta de la esquina, y muchos tendemos a saltarnos el postre con la falsa creencia de que arrebatarnos el yogur o el mini dulce es lo correcto para sonreír frente al espejo cuando nos ponemos el bañador por primera vez en la temporada de verano. Pero nada más lejos de la realidad. El postre, según los expertos, es imprescindible para una comida o cena completa. Saltárselo, un grave error.
Las fresas: Un postre dulce, placentero e hipocalórico
No hace falta equilibrar karma. Es temporada de fresas y postre y bañador ya no son excluyentes. Las fresas gozan de un aporte calórico de 30 kcal cada 100 gramos. O sea, nada y menos. Además, cuentan con un sinfín de propiedades más. Enumeramos:
- Es refrescante y cuenta con un sabor excelente
- Es rica en fibra y agua
- Es antioxidante: Neutraliza los radicales libres frente a su acción sobre las células. Dicho en otras palabras, lucha contra el envejecimiento. Un apunte: Los radicales libres son moléculas que se producen en nuestro organismo como consecuencia de las reacciones biológicas en las células. La cocina y la química tienen mucho en común, como veis 😉
- Vitamina C
- Potasio para prevenir las enfermedades cardiovasculares
- Potencia la absorción de hierro y reduce la hipertensión.
Las fresas: un ingrediente muy versátil
Las fresas se pueden consumir de muchas formas. A mordisquitos de forma individual, con nata montada, en un mousse veraniego, en macedonia o, incluso, ¡en ensalada verde! Además, las salsas elaboradas con fresa para acompañar otros alimentos están de rechupete. Aquí os dejamos una de Karlos Arguiñano que nos encanta.
Ya sabes. ¡Disfruta de un #momentodulce con las fresas de temporada!